Hoy
14 de junio celebramos la memoria de la Beata María Cándida de la Eucaristía
del Carmelo Teresiano. Su vida realmente es un homenaje a Jesús Eucaristía
dentro de lo que considero debe ser una auténtica vocación eucarística.
Ya desde niña sentía muy dentro de si esta vocación y cuando llegaban de
Misa pedía a su madre que soplara en su cara para sentir la caricia del Señor
Jesús que acababa de recibir en la comunión.
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| De seglar |
Decía
María Cándida que le gustaría pasar su vida al pie del sagrario para acompañar
a Jesús hasta el fin del mundo. Creo que este deseo suyo surgía de su
vocación de religiosa contemplativa de clausura, vida en la que se tiene el
tiempo y el horario adecuado y organizado para rendir este tributo constante y
continuo a Jesús Eucaristía. Pienso también que ese mismo amor y deseo de
acompañar a Jesús hasta el fin la impulsaba a continuar acompañándolo en
quienes necesitaban de ella. Precisamente este testimonio está en la línea de
la identificación de Jesús con los prójimos: "Saulo, Saulo por qué me
persigues..."
Su
vivencia eucarística se aleja de las expresiones devocionales que suelen
quedarse en la recitación de oraciones (que no es que este mal) o en una
especie de pietismo que aleja a las personas de los compromisos con la
realidad.
Querida
hermana María Cándida gracias por el testimonio de tu vida, gracias porque nos
muestras lo que es un verdadero amor a Jesús Eucaristía. Te pido que
compartas con nosotros tu vocación eucarística y nos enseñes a tributar un real
amor a quien por amor se quedó entre nosotros y que este amor sea el que nos
impulse al servicio de los más necesitados.
En
el siguiente link se puede leer la homilía de la Misa en la que fue beatificada junto con
otros venerables siervos de Dios.
Se está
investigando un milagro atribuido a su intercesión a fin de que pueda ser
declarada santa.
Si se quiere conocer más de su vida
se puede visitar el siguiente link:
Uno de sus más
ardientes deseos, el mismo que cumple en espíritu y verdad: “Le pido a mi
Jesús ser puesta como centinela de todos los Sagrarios del mundo hasta el fin
de los tiempos”
ORACIÓN
Dios todopoderoso y eterno, que, con el
soplo del Espíritu, inspiraste a la beata María Cándida, virgen, la
contemplación de las riquezas de la Eucaristía, concédenos, por su intercesión,
que ofreciendo con gratitud el sacrificio del Cuerpo y de la Sangre de Cristo, con
la Bienaventurada Virgen María te glorifiquemos siempre en este sacramento. Él,
que vive y reina contigo, en la unidad del espíritu santo y es Dios por los
siglos de los siglos.
Amén.
