El 26 de agosto el Carmelo descalzo celebra la
Transverberación del Corazón de Santa Teresa de Jesús nuestra madre. Es
una memoria muy especial porque en este fenómeno espiritual
celebramos el triunfo del amor de Dios en Teresa. Si bien es cierto que no
pongo en duda esta experiencia, quisiera trascender a la misma para no
correr el riesgo de quedar en la admiración del fenómeno espiritual descrito
por Teresa; creo firmemente que esta manifestación de Dios en Teresa no es otra
cosa sino la expresión medible de la profunda comunión de ambos corazones, de
ambas personas. Teresa de Jesús es la santa más humana que he conocido
pues ella en medio de sus experiencias tan altísimas nunca dejo de pisar tierra
y de exigir a sus hijas y amigos esa relación con la realidad.
Grande eres madre mía, cuán humana
y divina a la vez. No dudo de tu experiencia, la creo firmemente pero sé que en
el mensaje de la misma tu nos pides una profunda comunión con el Maestro en la
realidad que nos ha tocado vivir.
"Femina inquieta y andariega" |
Comparto con ustedes
el texto don de la santa madre comparte su experiencia:
“Quiso
el Señor que viese aquí algunas veces esta visión: veía un ángel cabe mí hacia
el lado izquierdo, en forma corporal, lo que no suelo ver sino por maravilla;
aunque muchas veces se me representan ángeles, es sin verlos, sino como la
visión pasada que dije primero. En esta visión quiso el Señor le viese así: no
era grande, sino pequeño, hermoso mucho, el rostro tan encendido que parecía de
los ángeles muy subidos que parecen todos se abrasan. Deben ser los que llaman
querubines, que los nombres no me los dicen; más bien veo que en el cielo hay
tanta diferencia de unos ángeles a otros y de otros a otros, que no lo sabría
decir. Veíale en las manos un dardo de oro largo, y al fin del hierro me
parecía tener un poco de fuego. Este me parecía meter por el corazón algunas
veces y que me llegaba a las entrañas. Al sacarle, me parecía las llevaba
consigo, y me dejaba toda abrasada en amor grande de Dios. Era tan grande el
dolor, que me hacía dar aquellos quejidos, y tan excesiva la suavidad que me
pone este grandísimo dolor, que no hay desear que se quite, ni se contenta el
alma con menos que Dios. No es dolor corporal sino espiritual, aunque no deja
de participar el cuerpo algo, y aun harto. Es un requiebro tan suave que pasa
entre el alma y Dios, que suplico yo a su bondad lo dé a gustar a quien pensare
que miento” (Libro de la Vida, Cap. 29, 13)
Tremenda experiencia de Teresa...
También comparto la hermosa poesía en la que describe esta misma experiencia de comunión con Dios:
Ya toda me entregué y di
Y de tal suerte he trocado
Que mi Amado para mi
Y yo soy para mi Amado.
Cuando el dulce Cazador
Me tiró y dejó rendida
En los brazos del amor
Mi alma quedó caída,
Y cobrando nueva vida
De tal manera he trocado
Que mi Amado para mí
Y yo soy para mi Amado.
Hirióme con una flecha
Enherbolada de amor
Y mi alma quedó hecha
Una con su Criador;
Ya yo no quiero otro amor,
Pues a mi Dios me he entregado,
Y mi Amado para mí
Y yo soy para mi Amado.
Y de tal suerte he trocado
Que mi Amado para mi
Y yo soy para mi Amado.
Cuando el dulce Cazador
Me tiró y dejó rendida
En los brazos del amor
Mi alma quedó caída,
Y cobrando nueva vida
De tal manera he trocado
Que mi Amado para mí
Y yo soy para mi Amado.
Hirióme con una flecha
Enherbolada de amor
Y mi alma quedó hecha
Una con su Criador;
Ya yo no quiero otro amor,
Pues a mi Dios me he entregado,
Y mi Amado para mí
Y yo soy para mi Amado.
Incluyo un link en el que se ve un vídeo donde canta Nydia Caro interpretando la experiencia del corazón traspasado de Santa Teresa.
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